viernes, 10 de diciembre de 2010

NATALINOS EN EL ORIENTE ETERNO


Por Ramón Arriagada

Sociólogo


Con motivo de cumplirse los cien años de la Masonería en Magallanes, el médico natalino, Alvaro Soto Bradasich se hace cargo de transmitirnos la historia de esa institución. El libro editado, resulta muy atractivo, para quienes hurgueteamos en la memoria colectiva de Magallanes. Libro oportuno y esclarecedor para los ajenos a la cultura masónica

En el pueblo campesino de la zona central, donde crecí, hasta hacer mi primera comunión, siempre estaba presente en la prédica sacerdotal, la satanización hacia los miembros de las agrupaciones masónicas

Hernán Millas cuenta, que era tan irracional el odio de los personeros eclesiásticos, por los miembros de las logias, que en la Catedral de Iquique, a comienzos del siglo pasado, había pegado un cartel que rezaba : “ Prohibida la entrada a los perros y a los masones” Sus componentes eran acusados de tener pacto con el diablo y oler a azufre.

Estando en la enseñanza media, ya en la ciudad grande, el despertar y el atractivo por el mundo de las ideas. Eran los años del triunfo arrasador del Partido Demócrata Cristiano, el año 1964. Se temía la imposición de un gobierno confesional. La masonería, a través de destacados escuderos, nos impresionaba con su defensa del Estado Docente y la educación libre y laica.

Nosotros, orgullosos estudiantes de un Liceo Fiscal, nos sentíamos transgresores e imprudentes; en auditorios atestados de cabrería y humo de los primeros puchos, escuchábamos atentos a los panelistas discutiendo… si fue Dios quien creó al hombre o el hombre que creó a Dios.












En 1967 llegar a la Universidad de Concepción. Casa de estudios superiores obra de la masonería, donde, a veces sin saber su significado, entonábamos su himno, pregonando ¡Por el desarrollo libre del espíritu, universitarios arriba, arriba de pié!. Mensaje absolutamente ético, filosófico e iniciático.

Por ello, mi encuentro con el libro de nuestro paisano Alvaro Soto, ha sido enriquecedor; más aún cuando, me facilita entender la historia de Ultima Esperanza. Conocer el transcurrir de la Logia Payne Nº 116, a la cual pertenecieron personajes de importante figuración en nuestra historia como : Octavio Castro, Juan Fernández Veas, Augusto Essmann, Bruno Canobra, Carlos Gafo, Julio Burgos, Juan Lozic, Luis Uribe, Eduardo Youssuff, Elías Pavlovic y muchos más, que contribuyeron al desarrollo de nuestro Puerto Natales, como hombres de bien.

Estuvieron cerca de nosotros, compartiendo nuestras alegrías y frustraciones. Como creyentes, buscaron la perfección en la vida terrenal, por ello se han hecho merecedores del cielo masónico, el Oriente Eterno.

Con motivo de cumplirse los cien años de la Masonería en Magallanes, el médico natalino, Alvaro Soto Bradasich se hace cargo de transmitirnos la historia de esa institución. El libro editado, resulta muy atractivo, para quienes hurgueteamos en la memoria colectiva de Magallanes. Libro oportuno y esclarecedor para los ajenos a la cultura masónica

En el pueblo campesino de la zona central, donde crecí, hasta hacer mi primera comunión, siempre estaba presente en la prédica sacerdotal, la satanización hacia los miembros de las agrupaciones masónicas

Hernán Millas cuenta, que era tan irracional el odio de los personeros eclesiásticos, por los miembros de las logias, que en la Catedral de Iquique, a comienzos del siglo pasado, había pegado un cartel que rezaba : “ Prohibida la entrada a los perros y a los masones” Sus componentes eran acusados de tener pacto con el diablo y oler a azufre.

Estando en la enseñanza media, ya en la ciudad grande, el despertar y el atractivo por el mundo de las ideas. Eran los años del triunfo arrasador del Partido Demócrata Cristiano, el año 1964. Se temía la imposición de un gobierno confesional. La masonería, a través de destacados escuderos, nos impresionaba con su defensa del Estado Docente y la educación libre y laica.

Nosotros, orgullosos estudiantes de un Liceo Fiscal, nos sentíamos transgresores e imprudentes; en auditorios atestados de cabrería y humo de los primeros puchos, escuchábamos atentos a los panelistas discutiendo… si fue Dios quien creó al hombre o el hombre que creó a Dios.

En 1967 llegar a la Universidad de Concepción. Casa de estudios superiores obra de la masonería, donde, a veces sin saber su significado, entonábamos su himno, pregonando ¡Por el desarrollo libre del espíritu, universitarios arriba, arriba de pié!. Mensaje absolutamente ético, filosófico e iniciático.

Por ello, mi encuentro con el libro de nuestro paisano Alvaro Soto, ha sido enriquecedor; más aún cuando, me facilita entender la historia de Ultima Esperanza. Conocer el transcurrir de la Logia Payne Nº 116, a la cual pertenecieron personajes de importante figuración en nuestra historia como : Octavio Castro, Juan Fernández Veas, Augusto Essmann, Bruno Canobra, Carlos Gafo, Julio Burgos, Juan Lozic, Luis Uribe, Eduardo Youssuff, Elías Pavlovic y muchos más, que contribuyeron al desarrollo de nuestro Puerto Natales, como hombres de bien.

Estuvieron cerca de nosotros, compartiendo nuestras alegrías y frustraciones. Como creyentes, buscaron la perfección en la vida terrenal, por ello se han hecho merecedores del cielo masónico, el Oriente Eterno.

1 comentario:

  1. La masonería a sido un tremendo aporte al desarrollo del país principalmente en la EDUCACIOON.

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