martes, 17 de agosto de 2010

PEQUEÑA HISTORIA DE BORIES



Escribe: Ramón Arriagada, Sociólogo

Por qué siempre los acontecimientos que tienen como escenario el Frigorífico Bories, se sumergen en ambientes marcados por fuerzas perversas, sembrando enemistades y discordias entre sus actores. El establecimiento iba a ser inaugurado con pompas y circunstancias, en febrero del año 1915. Pero el mismo día del corte de cinta, los obreros contratados se negaron a trabajar.

Los operarios protestaban porque habían sido traídos a Puerto Natales en gran número y no tenían donde dormir. Los cabecillas del movimiento, Neira y Vargas, fueron embarcados detenidos hacia Punta Arenas en el torpedero “ Tomé”. Ante el anuncio de huelga general, de la Federación que agrupaba a obreros de campos frigoríficos de toda la Región; la Duncan Fox, empresa propietaria de Bories, tuvo que ceder, pero su joya no tuvo bautizo. Al parecer fue un presagio, no quiero hablar de maldición, pero Bories algo tiene.

La historia nos dice que el día 23 de enero de 1919, los ánimos se exacerbaron entre la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego, dueña del frigorífico y sus operarios. Las peleas y beligerancias estallaron teniendo como escenario Bories. Saldo final, seis sindicalistas y cuatro carabineros muertos, en enfrentamientos donde no hubo misericordia.

Este Frigorífico fue el último lugar emblemático al terminar la Reforma Agraria. La dictadura entregó todos los predios de Ultima Esperanza en asignación individual. Es cuando aparecen los lotes, entregados en muchos casos a trabajadores de la tierra, con sobrados méritos en las labores del campo.

Este lugar bucólico en medio de la pampa, estructurado como sus similares de Inglaterra o Escocia, le fue traspasado, en aquellos años, a una cooperativa para su administración. La empresa producto de una inadecuada administración, entró en mora y no pago de los créditos comprometidos. Al final, la asamblea de socios en una decisión para el bronce, estimó necesario disolverse, y repartir entre sus atribulados componentes las pertenencias de todo el frigorífico.

Hoy se ha anunciado en una de sus dependencias la construcción de un moderno hotel. Una gran inversión. Pero el modernísimo hospedaje, no puede convivir con el matadero contiguo; un lugar donde hay sacrificio y muertes para alimentar los estómagos de los nativos del lugar, es decir, nosotros.

No hay que ser pitoniso ni historiador para saber el destino de esta disputa. De nada servirán reuniones, conciliábulos, ni consultas a expertos. Porque está confirmado que cuando el dinero habla el resto calla.