jueves, 9 de diciembre de 2010

LAGO BINACIONAL



Por Ramón Arriagada

Sociólogo


Cuando a uno le pica el bichito de estudiar, más en profundidad, la historia de las relaciones entre Chile y Argentina, irremediablemente cae en el anecdotario de los conflictos limítrofes. El remarcar los errores de nuestros defensores y lo mucho que se perdió por su dejación, ineptitud y confusión, no puede ser indicio de una mentalidad guerrerista y revanchista.

Confieso haberme sentido defraudado cuando nuestro Premio Nacional de Historia, Mateo Martinic, el día domingo con sus declaraciones sobre el fenómeno del ahora llamado “Lago Binacional del Dickson”, tiró el mantel y cerró la compuerta del caudal de informaciones que parecían venirse sobre el tema. Todos sabemos de sus méritos en el tema binacional. Ello lo hacía el gran moderador. Pero su cerrada de cortina fue tan rápida, que ni siquiera supimos de la opinión de los gobernantes sobre el tema.

Me preocupa el futuro del “Dickson Binacional”. Históricamente siempre que nos hemos metido en asuntos de lagos y lagunas con nuestros vecinos justicialistas, siempre nos han ganado el resto o la totalidad de lo disputado.

Chile nunca tuvo personajes como Perito Moreno. Designado para acompañar en 1902 a la comisión de árbitros ingleses que dirigía mister Holdich, como un moderno “pitbull” , estaba atento a todos sus movimientos. Su pericia la demostraba en materias de división de aguas, buscando riachuelos y cauces de pequeños ríos que dieran al Atlántico, para justificar que las cuencas de importantes lagos pertenecían a Argentina. Pasó a la historia como “el torcedor de ríos”, bautizado por los geógrafos chilenos que lejos de emularlo, se burlaban de su astucia.

El lago Lacar, junto al cual hoy se erige la hermosa ciudad argentina San Martín de los Andes, va con sus aguas hasta el Lago Pirihueico para formar la cuenca lacustre que con sus aguas llega al Pacifico. Debiera haber formado parte de nuestro territorio. Pero en 1898, estábamos aun preocupados de los vecinos del norte, y de las avanzadas de gendarmes argentinos hacia el Cerro Palique en Ultima Esperanza, con afanes expansionistas. Ese es el año de fundación de la ciudad turística argentina.


En 1902 en el Valle del Puelo, el astuto Perito Moreno, preparó a los poco informados colonos galeses, para cuando llegara mister Holdich y preguntara sobre cual era su nacionalidad de adopción, ellos respondieran ¡ Argentinos!. Chile perdió el Lago Puelo, mientras los diplomáticos chilenos seguían hablando de Moreno como si fuera Pedro Urdemales. En la sucesión de ineptitudes, lo de Laguna del Desierto es reciente y tan cercano a nosotros, que mejor no seguir mirando las piedras después de tanto tropiezo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario